Según el dictamen, el exjugador del Barcelona está en riesgo de fuga y debe permanecer en prisión durante las pesquisas hasta que se realice el juicio, todavía sin fecha fijada.
Alves fue detenido de forma provisional en enero tras ser acusado de agredir sexualmente a una mujer en un club nocturno el 30 de diciembre.
El zaguero niega las acusaciones y dice que el sexo con la denunciante fue consensuado, pero fue enviado a prisión sin fianza tras declaraciones de la supuesta víctima y otros testigos, mientras que el jugador dio tres versiones distintas en una misma declaración judicial.
Los abogados del lateral derecho indicaron que su defendido aceptaba entregar su pasaporte y llevar un dispositivo de monitoreo si era liberado bajo fianza, comparecería a diario si se le solicitara y se mantendría a 500 metros de la denunciante, su vivienda o su lugar de trabajo.
Sin embargo, la corte concluyó que esas medidas no bastarían para evitar que el futbolista intentara escapar, dado que enfrenta una condena de varios años de cárcel si se le declara culpable.
También determinó que su fortuna le facilitaría huir, independientemente de la suma fijada como fianza, y recordó que Brasil no extradita a sus ciudadanos aunque existan órdenes internacionales de arresto o extradición.
Alves, de 39 años, puede apelar de nuevo mientras la corte decide si programa un juicio.
Según la ley española de consentimiento sexual aprobada en 2022, una violación puede suponer una pena máxima de 15 años de cárcel.
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