Uno de los acusados es el expolicía Germán Cáceres, quien confesó haber matado a su esposa antes de huir del país hacia Colombia, donde fue capturado a finales de diciembre.
Otro implicado en ese caso que estremeció al país es el teniente Alfonso Camacho, considerado autor del crimen por omisión, pues estaba de guardia en la Escuela Superior de Policía, lugar donde ocurrió el delito, y al parecer ocultó información.
El caso pasará ahora a un Tribunal de Garantías Penales de Quito que deberá juzgar a los dos procesados.
Hoy se dio el primer paso para hacer justicia, expresó Elizabeth Otavalo, madre de la víctima, que espera la pena máxima para quien le arrebató la vida a su hija.
Según declaró el propio Cáceres, él mató a María Belén el 11 de septiembre del año pasado luego de una acalorada discusión en el interior de la Escuela Superior de Policía, en Quito, y luego, sin ayuda, llevó el cuerpo en su carro hasta el cerro Casitagua, donde fue hallado 10 días después.
Este caso causó una gran conmoción en la sociedad ecuatoriana, impactó la política y provocó cuestionamientos sobre la formación de uniformados.
El hecho sacó a la luz también la situación de la violencia de género en Ecuador, donde en el año 2022 hubo 332 femicidios, indican estadísticas de organizaciones sociales.
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