El siniestro, iniciado a principios de mes, provocó la muerte a 25 personas, destruyó más de dos mil casas y arrasó unas 450 mil hectáreas de cultivos, pastizales y bosques.
Esta semana el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, constató la instalación de las primeras soluciones habitacionales para las familias afectadas en la región del Biobío, una de las más golpeadas por el fuego, junto a Ñuble y La Araucanía.
Los inmuebles tienen 24 metros cuadrados, poseen baño y disponen de buena ventilación y protección contra los rigores del clima, según las autoridades.
El plan es entregar cerca de dos mil viviendas temporales antes de la llegada del invierno.
De acuerdo con el último balance del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, hay 301 incendios en el territorio nacional, de los cuales 40 están en combate y más de 200 bajo control.
El número de damnificados asciende a más de siete mil 500.
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