Un informe de esa institución mostró que en enero de 2023 el 55 por ciento de los ecuatorianos contaba con un empleo no adecuado, una cantidad superior al 53,1 por ciento registrado en igual mes de 2022.
Si bien de manera general el desempleo pasó del 5,4 por ciento en enero del año pasado a 3,8 por ciento a inicios de 2023 y unas 136 mil personas dejaron la desocupación en este periodo, la cantidad de trabajadores informales es preocupante.
Quienes laboran en esas condiciones no cuentan con el Registro Único de Contribuyentes y por tanto no tienen garantías como la de percibir al menos un salario mínimo al mes de 450 dólares. Además, no reciben la protección necesaria frente a riesgos de accidentes laborales, ni cuentan con beneficios tales como licencias de maternidad y paternidad, vacaciones obligatorias, o bajas permitidas por enfermedad.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, entre los disparadores de la economía informal en Ecuador están el ajuste fiscal del Estado, lo cual influye en mayor austeridad interna.
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