En el recinto ferial de la Puerta de Versalles, un grupo de personas portaron pancartas y gritaron consignas, entre ellas el reclamo del retiro a los 60 años, antes de que las fuerzas de seguridad las sacaran del lugar.
Macron no respondió a la protesta, pero más tarde insistió en la defensa de la reforma, un proyecto que busca extender la edad legal de jubilación de 62 a 64 años, pese al repudio unánime de los sindicatos y de la mayor parte de la oposición política.
“No podemos quitarle poder adquisitivo a los trabajadores, no podemos bajar las pensiones de nuestros jubilados. Por tanto, sólo hay una solución, que es trabajar más”, esgrimió.
También hoy, en la jornada inaugural del Salón Internacional de la Agricultura, un militante ecologista del movimiento Dernière rénovation intercambió criterios con el mandatario y le reprochó la falta de acción frente al cambio climático.
La víspera, durante la entrega de los premios César en el teatro Olympia, una militante del propio movimiento interrumpió la ceremonia por algunos minutos.
En sus redes sociales, Dernière rénovation reivindicó las protestas y ratificó su llamado a la “resistencia civil”.
Macron recibió además reclamos de agricultores que rechazaron la prohibición del uso de insecticidas neonicotinoides y demandaron proteger a los campos franceses.
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