Tras un encuentro sostenido en esta capital, el primer ministro burkinabé, Choguel Maiga,; y su homólogo maliense, Apollinaire Kielem de Tambela, manifestaron en un comunicado que la lacra de elementos terroristas debe ser erradicada mediante las acciones de gobiernos y ejércitos del área.
Desde 2015 países de la zona, incluidos Mali y Burkina Faso, fueron objeto de ataques de grupos radicales, como Boko Haram, el Estado Islámico y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, que dejaron saldo de cientos de muertos y millones de desplazados
Ambos países, suspendidos por la Unión Africana como estados miembros tras sendos golpes de Estado, expresaron también su compromiso de “hacer del eje Ouagadougou-Bamako un modelo exitoso de integración subregional y de la cooperación Sur-Sur.”
Recientemente los Ejecutivos de Burkina Faso y Mali pusieron fin a la presencia de tropas francesas en esas demarcaciones bajo el argumento de que París interfiere en sus asuntos internos.
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