Pero, además, los costos totales de reconstrucción y recuperación a los que se enfrenta el país podrían duplicarse, dijo este lunes el director del BM para ese país del Medio Oriente.
Como resultado, los sismos pueden reducir en al menos medio punto porcentual el crecimiento previsto del Producto Interno Bruto turco, que se situaría entre el 3,5 y el 4 por ciento en 2023, agregó.
Según la vicepresidenta del Grupo del BM para Europa y Asia Central, Anna Bjerde, la evaluación rápida inicial de daños -de 34 mil 200 millones de dólares- equivale a cerca del 4,0 por ciento de su producción económica en 2021.
Sin embargo, estos cálculos no incluyen los impactos indirectos o secundarios en el crecimiento de su economía, ni el terremoto más reciente de hace una semana.
«Nuestra experiencia nos dice que las necesidades de reconstrucción pueden llegar a ser entre dos y tres veces superiores a los daños físicos directos estimados», afirmó.
Por otra parte, el informe GRADE (Estimación Global Rápida de Daños tras un Desastre, por sus siglas en inglés) del BM estima que 1,25 millones de personas se quedaron sin hogar debido a los daños sufridos por sus viviendas o a su completo derrumbe.
Bjerde dijo también que la situación en Siria, también afectada por los sismos, fue «realmente catastrófica»; por lo que el BM publicará este martes una estimación separada de los daños allí.
Los sismos del 6 de febrero, de magnitud 7,8 y 7,5, son considerados los más mortíferos de la historia moderna de Türkiye y acabaron con la vida de más de 44 mil 300 personas.
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