Activistas locales citados por la agencia SANA indicaron que un artefacto de los terroristas de Estado Islámico (Daesh en árabe) explotó al paso de un camión que transportaba a decenas de trabajadores que se dirigían a recolectar trufas en la zona desértica de Kabayeb, en el suroeste de Deir Ezzor.
El 27 de febrero pasado, al menos 10 personas murieron y otras 12 resultaron heridas por el estallido de dos cargas explosivas en la provincia central siria de Hama, a unos 200 kilómetros al norte de esta capital.
Mientras, el 17 del mismo mes 68 personas fueron asesinadas por los terroristas del Daesh en el sureste de la ciudad de Al-Sukhna, en el extremo oriental de la provincia de Homs.
El delegado sirio ante los organismos de las Naciones Unidas en Ginebra, Husam al-Din Alaa, reveló recientemente que el Ejército logró desmantelar más de 180 mil minas y otros artefactos explosivos.
El diplomático denunció que la ocupación extranjera y la presencia de grupos de ese tipo en algunas regiones bloquean el acceso y la labor de desminado.
Sin embargo, y a pesar de todos los obstáculos, el Ejército desactivó más de 50 mil artefactos explosivos, 84 mil proyectiles sin detonar y 45 mil minas de diversos tipos, y limpió más de 55 mil hectáreas, reveló Alaa.
Según los más recientes datos del departamento antiminas de la ONU en Siria, de 2015 a 2022 unas 15 mil personas murieron o resultaron heridas, es decir, cinco por día.
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