“Cuba no olvida aquel 4 de marzo de 1960”, señaló el jefe de Gobierno en Twitter y añadió que ese hecho fue una de las tantas acciones orquestadas por Estados Unidos contra la isla. Marrero rememoró también que en las honras fúnebres de las víctimas el 5 de marzo, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, por primera vez pronunció la consigna que desde ese día acompaña el proceso revolucionario de la nación caribeña: «Patria o Muerte».
Alrededor de las 15:00 horas del 4 de marzo, una enorme explosión sacudió La Habana y de inmediato la ciudad se llenó con el ruido de las sirenas de ambulancias y policías.
El vapor francés La Coubre, cargado de armamentos y municiones, registró una fuerte detonación durante el proceso de descarga que dejó sin techo las bodegas, dañó la popa del barco y causó numerosos muertos y heridos.
Un segundo estallido se produciría mientras trabajadores del puerto, policías, bomberos, soldados y vecinos prestaban ayuda a los afectados, dejando un saldo de casi 100 muertos y más de 200 lesionados.
Cuba señala como autor del crimen al Gobierno de Estados Unidos, aunque hasta el momento “no hay evidencias demostrativas de tal lógica presunción, dada la hostilidad del vecino del norte hacia el proceso revolucionario cubano”, como apuntara el historiador Pedro Pablo Rodríguez.
Sin embargo, resulta significativo que las autoridades de ese país nunca han permitido el acceso a la documentación sobre el asunto guardada en sus archivos y manifiestan que hay que esperar 150 años para ello.
Otros elementos, revelados por el periodista, documentalista y escritor colombiano Hernando Calvo Ospina en su libro El enigma de La Coubre, sugieren que el sabotaje contó con la complicidad de diferentes instituciones de Francia y Bélgica.
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