Después de eliminar al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, en las semifinales, Medvedev alargó a 14 su racha de victorias consecutivas y levantó su tercer trofeo de la temporada luego de Doha y Róterdam.
Djokovic llevaba 20 partidos sin perder y no había caído todavía esta campaña, hasta que se encontró el viernes con Medvedev.
El campeón logró tres puntos por directo frente a tres de su rival, concretó cuatro quiebres en siete oportunidades por ninguno del derrotado y tuvo una efectividad del 73 por ciento con el primer servicio, mucho mejor al 59 de Rublev.
Además, ganó el 83 por ciento de las unidades en el saque inicial, superior al 63 de su connacional, y alcanzó un 80 con el segundo servicio, bastante distante al 33 de su adversario.
Luego de una eliminación prematura en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, Medvedev parece haber recuperado la confianza y es hoy uno de los jugadores a seguir en el circuito profesional.
“Evidentemente, me siento mejor ahora, estoy muy feliz por estas tres semanas. A veces tienes la impresión de que haces las cosas bien, das los golpes bien y pierdes los partidos. A veces es al contrario. Esto me da mucha confianza”, afirmó.
El año pasado, Medvedev había logrado dos títulos, en Los Cabos (México) y en Viena. Supera ya por lo tanto el balance de 2022.
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