El desarrollo económico es difícil cuando los países carecen de recursos, se ahogan en la deuda y aún luchan con la injusticia histórica de una respuesta desigual al Covid-19, argumentó el líder de ese organismo internacional.
Recordó que los países menos adelantados ya denunciaron en múltiples ocasiones la existencia de una distribución injusta de las vacunas, concentradas en Europa y en América del Norte, con las consecuencias que eso supuso.
«Luchar contra una catástrofe climática que no has provocado es imposible cuando el coste del capital se dispara» y la ayuda financiera es sólo una gota en un cubo, añadió Guterres.
Por tanto, el jefe de la ONU pidió a las naciones más ricas una ayuda de aproximadamente unos 500 mil millones de dólares al año para ayudar a los países más pobres del planeta.
Señaló que esas regiones suelen estar atrapadas en círculos viciosos que hacen difícil, si no imposible, el desarrollo.
Hace alrededor de 50 años, las Naciones Unidas establecieron la categoría de Países Menos Adelantados con el fin de prestar un apoyo internacional especial a los Estados más vulnerables y desfavorecidos.
La actual cumbre en Doha acoge a dirigentes y representantes de 33 países africanos, 12 países de Asia-Pacífico, Haití y Cuba en su calidad de presidente pro témpore del Grupo de los 77 más China.
El año pasado fue adoptado un plan de acción en favor de esos países durante la Asamblea General de la ONU. Sin embargo, en la actual reunión, no se prevé ninguna promesa de contribución financiera importante.
ro/att