Por medio de un comunicado, la Cancillería calificó dicha visita de una flagrante violación de la soberanía y la integridad territorial.
Milley miente cuando alega que su visita fue evaluar la efectividad de la lucha contra la organización terrorista Daesh porque la comunidad internacional sabe muy bien que este grupo radical es mera industria de la inteligencia estadounidense, denunció la declaración.
Aclaró que los sangrientos ataques de Daesh nunca han apuntado contra las fuerzas estadounidenses y sus milicias mercenarias lacayas sino contra los militares sirios y los inocentes civiles sirios.
El último ataque fue perpetrado hace unos días y cobró la vida de casi 60 civiles a vista de los fuerzas estadounidenses invasoras en la región nororiental, aseguró el texto.
Por otro lado, se refirió al continuo saqueo de las riquezas naturales sirias por parte de Washington, incluidos el petróleo y el trigo, dando como ejemplo el robo de más de 150 camiones cisterna de petróleo sirio durante los últimos nueve días.
El apoyo brindado por los militares estadounidenses a las milicias terroristas y separatistas en las áreas que ocupan es una posición declarada y pretende prolongar la guerra terrorista impuesta a Siria, aseguró el Ministerio.
Añadió que ya no es un secreto para nadie que la catastrófica situación que presenta Siria se debe a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por la administración estadounidense.
Por último, Cancillería exigió a la administración estadounidense que detenga de inmediato sus violaciones sistemáticas y continuas del derecho internacional y cese su apoyo a las milicias armadas separatistas.
Washington tiene en Siria al menos una docena de bases, en su mayoría en los campos de petróleo y gas en la región nororiental de Al-Jazira, principalmente en Hasakeh, mientras mantiene una en la zona de Tanef en la frontera con Iraq para impedir cualquier comunicación terrestre entre estos dos países.
Las acciones contra las fuerzas del Pentágono y su milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria aumentan en medio de una ira popular hacia sus prácticas.
El gobierno de Damasco denunció repetidamente esta presencia, la calificó de ocupación y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en Siria incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
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