Las imágenes fueron suministradas por el rover Curiosity de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), a través de su cámara en color Mastcam, la cual ayuda a los científicos a ver cómo crecen las partículas de las nubes con el tiempo.
Curiosity capturó los rayos solares durante un estudio de nubes crepusculares, noctilucentes, o de brillo nocturno.
“La mayoría de las nubes marcianas se sitúan a no más de 60 kilómetros sobre el suelo y están compuestas de hielo de agua, y las de las últimas imágenes parecen estar a mayor altitud, donde hace especialmente frío”, puntualiza la fuente.
Eso sugiere que estas nubes están hechas de hielo de dióxido de carbono, o hielo seco, señala el comunicado de la entidad.
Además de la imagen de los rayos solares, Curiosity captó el 27 de enero un conjunto de nubes de colores con forma de pluma.
Estas cuando son iluminadas por la luz solar pueden crear un espectáculo parecido al arco iris llamado iridiscencia, comentó la fuente.
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