Desde el retorno al poder del Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional en 2007, el sector femenino aquí comenzó a disfrutar lo arrebatado durante los gobiernos neoliberales.
El Ejecutivo sandinista implementó una serie de acciones y programas encaminados a proteger a la mujer nicaragüense, lo cual marcó una diferencia comparada con algunos países de la región y el mundo.
El Estado ratificó el reconocimiento pleno de las mujeres como seres humanos con capacidades, derechos y deberes que merecen respeto.
Para que se tenga una idea, sólo el hecho vinculado a la equidad de género, le da la delantera a este país centroamericano que, según el informe sobre la brecha global de género del Foro Económico Mundial, ocupa el séptimo lugar del ranking general y el quinto en igualdad.
En esta línea, el ejemplo más cercano está en las elecciones municipales de noviembre del año pasado, cuando el 50 por ciento de los candidatos electos fueron mujeres.
De igual modo, destaca la cantidad de féminas diputadas de la Asamblea Nacional (parlamento-unicameral), lo cual ubica al país en el tercer lugar después de Ruanda y Cuba, con el 50,6 por ciento.
“Nos inspiró el empoderamiento y protagonismo de los nicaragüenses, y en particular, de las mujeres y su participación en sus comunidades y las diferentes instancias del Estado”, destacaron en un informe delegados de la Alianza por la Justicia Global que visitaron Nicaragua en enero pasado.
Además, el documento agrega que, durante los últimos 16 años, el Gobierno sandinista promovió programas proactivos, preventivos y comunitarios con prioridad a las necesidades de las mujeres, los niños y los marginados.
Las leyes implementadas en el país también le garantizan a las mujeres derechos a la atención médica y a una educación gratuita.
Asimismo, son tomadas en cuenta a la hora de la entrega de títulos de propiedad a campesinos, de modo que, de los 600 mil entregados desde 2007, el 55 por ciento pertenece a mujeres.
La participación femenina en los diferentes sectores de la vida aquí, sin dudas es significativa, no obstante, el Gobierno continúa impulsando acciones para garantizarle un mayor empoderamiento.
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