Al conmemorar la fecha, la organización enarboló las consignas “Desplazadas nunca más” y “Que se vayan ellos”, al condenar la expulsión de áreas pobres, con la complicidad del Gobierno, para acoger a millonarios estadounidenses a los que se otorgan incontables privilegios.
“Desplazadas nunca más es la promesa que le hacemos a nuestras comunidades, a nuestras familias, a nuestro país, que de aquí no nos van a sacar”, proclamó Zoán Dávila, portavoz de la organización.
La Colectiva Feminista igualmente advirtió que “¡Las escuelas no se venden, las escuelas se defienden!”, y que “¡Nuestras playas no se venden, nuestras playas se defienden!”, con el propósito de contrarrestar la política pública neoliberal del gobernador Pedro R. Pierluisi, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP).
Mientras, en un manifiesto divulgado con motivo del Día Internacional de la Mujer, la organización estableció que “hay un Puerto Rico que nunca fue para quienes viven la muerte a destiempo, por falta de servicios de salud, por falta de comida, por falta de un techo seguro”.
“Pero también hay un Puerto Rico en disputa, el que nos estamos peleando día a día, todos los días, (porque) nos quieren arrebatar de las manos el país que hemos forjado, removiendo cada pie cuadrado del suelo que pisamos para dárselo al invasor”, afirmó la Colectiva Feminista.
La organización anticipó, que ante la situación que se experimenta en el país, que lleva 124 años bajo el dominio colonial de Estados Unidos, “defenderemos nuestro derecho a ser, estar y permanecer aquí”.
“Ponemos el cuerpo en la calle (mediante la protesta) porque denunciando la violencia colonial que atraviesa nuestras vidas, vacía nuestras comunidades y expulsa a nuestras familias fuera del país”, la Colectiva Feminista.
La Milla de Oro, que parte de su militancia ocupó este día en Hato Rey, dijo, es simbolismo del capital financiero en Puerto Rico, además hogar de la junta de control fiscal, de las puertas giratorias, la corrupción, la privatización, de los cuellos blancos (extranjeros y locales) que se llenan los bolsillos a costa de las carencias del pueblo”.
Alertó que la lucha contra el desplazamiento que se está dando en todos los puntos del archipiélago boricua está siendo reprimida, por lo que ahora más que nunca toca unir fuerzas e ir juntas contra todo.
“Luchamos en plural, como colectiva y en primera persona porque ponemos el cuerpo en la línea; denunciamos lo vivido en carne propia, lo que persiste en nuestra memoria histórica y colectiva y nos juramos —por lo más sagrado que cada una tiene— que no pasarán”, remató la organización.
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