En la capital de Bélgica, sede del mecanismo regional, las naciones que marcan las fronteras exteriores del bloque reclaman a los demás que acepten un número mayor de personas en busca de refugio.
El cónclave sucede cuando los pedidos de asilo alcanzaron en 2022 un nivel sin precedentes desde la crisis de 2015-2016.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció en su momento que la migración es una asignatura pendiente para el bloque.
Cada país comunitario asume este flagelo bajo sus normativas a falta de una política común al respecto, reconoció la alta funcionaria comunitaria.
Entre las opciones sobre la mesa está aumentar las presiones a las naciones de origen de esos migrantes para que readmitan o repatrien a los que no se pueden beneficiar del asilo en un Estado de la UE.
Pero esa alternativa no soluciona un problema cuyas causas están dadas por las crisis y las guerras que azotan a los países emisores, según analistas.
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