En ceremonia por la muerte del líder yihadista Hajj Asad Sagheer, el secretario general de la Resistencia islámica libanesa indicó que el país está afectado por la realidad de las naciones vecinas, en particular Siria y Palestina.
Nasrallah explicó que hablar sobre el presente y el futuro de los dos países hermanos incide en los acontecimientos de la nación de los cedros.
En este sentido, la máxima figura de Hizbulah enfatizó que tanto Siria como Palestina pertenecen a la región árabe y todo lo que están pasando tiene un impacto en la seguridad, la soberanía y la actualidad de Líbano.
A su juicio, la apertura regional a Damasco constituye un reconocimiento de su victoria como importante componente del eje de resistencia.
El líder de la fuerza chiita libanesa destacó la relación de confianza entre el movimiento y Siria tras derramar sangre en la lucha contra el terrorismo.
Durante el discurso televisivo, Nasrallah denunció los intentos de crear ambigüedades dentro del frente de resistencia al difundir que Irán controla y domina a Siria.
En este sentido, puntualizó que el liderazgo de Damasco ejerce su plena soberanía y libertad y toma todas las decisiones que quieren, pues “el papel de Teherán es ayudar a evitar su caída”.
Al mismo tiempo, añadió que Siria está fuera del círculo de sumisión a Estados Unidos, pese al bloqueo y la guerra, incluido el apoyo en la región de Al-Tanf a los elementos terroristas.
Respecto a la crisis entre Siria y Türkiye, Nasrallah apoyó analizar el tema a través de la participación en las negociaciones de Irán y Rusia.
En relación a la causa Palestina, calificó de histórico e importante la resistencia de sus combatientes frente a la entidad israelí, que enfrenta una división interna en el presente.
A propósito, el líder de Hizbulah hizo hincapié en la prioridad de extender una mano amiga al luchador palestino frente a los ataques y crímenes de la ocupación.
Sobre el acercamiento iraní-saudí, el jefe de la Resistencia libanesa lo valoró de bueno en beneficio de los pueblos de la región, tras la reanudación del diálogo y las relaciones diplomáticas con el objetivo de reabrir las embajadas en ambos países dentro de dos meses.
Al comentar el escenario nacional, el secretario general aclaró que Hizbulah no quiere imponer un presidente de la República a nadie y rechazó la injerencia extranjera al tratar de vetar a un candidato.
En consonancia con esta línea de pensamiento, Nasrallah reiteró el respaldo al exministro Suleiman Franjieh y convocó a acudir al entendimiento para poner fin al vacío de poder.
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