Según un pronunciamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores, Beijing no tiene intención de llenar vacíos ni de levantar bloques exclusivos, pues cree que el futuro de esa región debe decirlo sus propios territorios.
Ratificó el apoyo del gigante asiático a que las naciones árabes exploren con independencia sus propios caminos de desarrollo, resuelvan entre sí las diferencias por la vía del diálogo y promuevan la paz y estabilidad duradera.
China –indicó- respaldará la seguridad, el desarrollo y la prosperidad mediante la solidaridad, contribuirá con propuestas a la tranquilidad de Medio Oriente y jugará su rol como potencia responsable en este proceso.
En ese contexto, la Cancillería se refirió a los resultados positivos de las negociaciones entre Irán y Arabia Saudita, desarrolladas esta semana en Beijing y que terminaron con la decisión de restablecer relaciones diplomáticas, reabrir embajadas y retomar acuerdos de cooperación en varias esferas.
“Su diálogo y acuerdo dejaron un buen ejemplo de cómo los países en la región pueden resolver las disputas y las diferencias, y lograr una buena vecindad y amistad (…) Esto ayudará al área a librarse de injerencia externa y tomar el futuro en sus manos”, acotó.
Agregó que China saluda a Teherán y Riad por ratificar el apego a los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas, y las normas básicas de las relaciones internacionales.
Este viernes Irán y Arabia Saudita cerraron una semana de diálogo en Beijing, donde también acordaron respetar la soberanía de los Estados y no interferir en asuntos internos.
Los nexos entre esos territorios se rompieron en 2016.
El gigante asiático acogió sus negociaciones de paz luego que el presidente Xi Jinping en diciembre pasado se reunió con el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud cuando viajó a Arabia Saudita y después recibió aquí a su homologo de Irán, Ebrahim Raisi, a mediados de febrero.
Wang Yi, director de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, más temprano valoró las conversaciones como una victoria de la paz y el diálogo, pues además sembraron un buen precedente para resolver el conflicto Rusia-Ucrania.
Dijo a periodistas que las pláticas son una noticia excelente para un mundo sumido en la incertidumbre y enviaron una clara señal sobre cómo las crisis en distintas partes del planeta pueden solucionarse si se manejan de forma apropiada.
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