Al estadio Francis-Le Blé de la norteña ciudad los rojiazules llegarán con una cómoda ventaja en la cima de la Ligue1 y con los cracks Kylian Mbappé y Lionel Messi en la convocatoria, pero con la enorme decepción de quedar una vez más sin opciones de conquistar la Liga de Campeones, al caer 0-2 el miércoles en los octavos de final contra el Bayern Múnich.
El entrenador Christophe Galtier abogó por la concentración de sus jugadores en el torneo local, después del nuevo fracaso en la carrera por la copa “Orejona” desde la multimillonaria inversión qatarí en el club en 2011, igual demanda realizada por Mbappé.
Sin embargo, las críticas y la decepción no cesan, ni el reclamo de reformar al PSG con una visión diferente a la de concentrar superestrellas.
La ligue1 se ha convertido en el feudo indiscutible de los parisinos con sus ocho títulos en los últimos 10 años, pero Europa ha sido un terreno prohibido en la era del Qatar Sports Investments, incluso en las dos últimas campañas, pese a contar con el tridente Messi-Mbappé-Neymar (lesionado).
En las dos ediciones más recientes de la Champions, los rojiazules salieron temprano de la competición, cayendo el año pasado en octavos ante el Real Madrid, idéntica instancia del despido en la actual temporada.
El otro partido sabatino de la fecha 27 lo protagonizarán Rennes, quinto en la tabla con 46 puntos, y Auxerre (decimoséptimo), con el primero de visitante, necesitado de un triunfo que lo consolide en la última plaza de la Ligue1 con boleto para torneos europeos.
Rennes puede aprovechar para despegarse el tropezón de anoche del Lille, sexto también con 46 unidades, en el arranque de la jornada, en el cual no pudo evitar el empate 3-3 en casa con Olympique de Lyon, después de llegar al minuto 83 con ventaja 3-1 en la pizarra.
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