Según el vocero policial regional de los talibanes, Mohammad Asif Waziri, el fallecido fue un guardia de seguridad y entre los lesionados hay tres niños.
La ceremonia tenía lugar en un centro cultural local para reconocer la labor de periodistas en la provincia de Balkh, cuya capital es Mazar-e- Sharif. De acuerdo con otras fuentes, los reporteros heridos fueron 14.
Los periodistas son la voz del pueblo afgano. Un ataque a la vida de los periodistas es un ataque a la libertad de expresión y al pueblo afgano, señaló en un comunicado la Asociación de Periodistas Libres de Afganistán.
En Twitter, la misión de la ONU en el Afganistán calificó al ataque de despreciable e inaceptable y urgió a las autoridades a proteger a los profesionales de la prensa.
Aunque ninguna organización se ha responsabilizado con el ataque, diversos medios lo atribuyeron al grupo extremista conocido como Estado Islámico en la provincia de Jorasán, uno de los principales enemigos del gobierno Talibán.
El atentado se produjo dos días después de la explosión de una bomba en la ciudad que mató al gobernador Daud Muzmal y a otras dos personas.
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