Ninguna banda se atribuyó el acto violento dirigido al prelado de Anse-à-Veau Miragoâne, quien estaba alojado el domingo en una casa en esta capital.
Dumas –herido de gravedad, pero estable – es un crítico sin medida contra las bandas criminales que operan en Haití, en especial, contra el delito del secuestro calificándolo de práctica inhumana y despreciable.
En enero se ofreció como rehén a cambio de las seis monjas de la Congregación Hermanas de Santa Ana, que fueron plagiadas en Puerto Príncipe, y que hasta el Papa Francisco tuvo que suplicar por su liberación.
Dumas también es bien severo con la clase política de Haití, y llama constantemente a dejar atrás el individualismo para superar la crisis económica, política y social que agobia al país caribeño.
Recientemente expresó, es necesaria una transición pacífica del poder, la sociedad está paralizada por el miedo y esto es un símbolo del fracaso.
«En nombre de Dios, pedimos a las autoridades que pongan fin al sufrimiento del pueblo haitiano».
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