Fue este el primer partido del torneo en el cual ninguno de los dos abridores logró completar el primer episodio, pues ambos se marcaron tras conseguir solamente dos outs.
Al canadiense Cal Quantrill le hicieron tres limpias tras regalar cuatro boletos, mientras que para el británico Akeel Morris fueron cinco anotaciones, luego de permitir cuatro imparables, entre ellos jonrón solitario de Edouard Julián.
De ahí en adelante fue un duelo a batazos, pues los europeos añadieron una en el segundo y otra en el tercero, pero los norteamericanos ripostaron con una y cuatro en la baja de esas entradas, respectivamente, para poner el marcador 10 por cinco.
Parecía que las aguas tomaban su nivel y los canadienses imponían su favoritismo precompetencia, pero en el siguiente rollo sus rivales sumaron tres, gracias a bambinazo de Harry Ford con dos compañeros en circulación, para dejar las cosas 10 por ocho.
Heridos en su amor propio, los de la hoja de maple llevaron otras seis al pizarrón en la baja de la cuarta, que sofocaron definitivamente la rebelión del conjunto más débil de todo el certamen.
Una más en el quinto y otra en el sexto decretaron el nocaut, en choque donde hubo solo tres batazos de vuelta completa, dos por los vencedores.
Perfecta fue la noche para los canadienses Tyler O’Neill (de 4-4, cuatro anotadas e igual cantidad de impulsadas, además de dos boletos) y Jacob Robson (de 4-4, tres anotadas, un remolque y un pasaporte gratis).
Más tarde se jugará el otro encuentro dominical de esta llave, con México y Estados Unidos como protagonistas.
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