Activistas locales citados por la agencia SANA informaron que los radicales fueron transferidos en helicópteros de transporte militar desde la prisión Al-Sinaa controlada por la milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), apadrinada por Washington, al enclave de Shaddadi, en el sur de Hasakeh.
Las fuentes precisaron que esos mercenarios serán enviados luego a la base de Tanef en la frontera entre Siria e Iraq donde reciben entrenamiento, y luego se les asignan misiones cuyo objetivo es proteger las bases y desestabilizar las zonas controladas por el gobierno al atacar puntos del ejército sirio y comunidades civiles.
Según denuncias de Damasco, Estados Unidos ofrece refugio y protección a los terroristas en las bases que ocupa ilegalmente en territorio sirio, donde los entrena y arma para utilizarlos al servicio de sus planes desestabilizadores.
En el vasto desierto de Al-Badieh se incrementan las agresiones del Estado Islámico, que recurre desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas de Siria y sus aliados.
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