Al participar por videoconferencia en el diálogo de alto nivel del Partido Comunista de China con unas 500 organizaciones políticas de 150 países, Ortega señaló que en todas partes exigen un “mundo libre de absurdas pretensiones de sometimiento, opresión, de injusticias y discordias”.
Con ellas -acotó- siembran terror, inseguridad y caos, para prolongar la división y la consecuente fragilidad frente a sus obsesiones de poderío y sus terribles e inhumanas consecuencias.
Resaltó que frente al abominable panorama de la inseguridad que genera guerras y del empecinamiento imperial, colonialista y neocolonialista, surge indetenible la rebeldía y el heroísmo de los pueblos.
Al respecto, puntualizó que los pueblos luchan para hacer valer sus derechos, libertades, soberanías, culturas, y modelos sociales y políticos libremente escogidos en cada lugar.
El mundo que queremos crear debe ser para la paz, el entendimiento, comprensión fraternal, solidaridad, cooperación y la convivencia como humana comunidad, que comparte los avances de la ciencia, la tecnología y se encamina a propiciar justicia y desarrollo equitativo, expresó.
El líder sandinista admiró el empeño y responsabilidad del Partido Comunista de China y del presidente Xi Jinping, quien se acerca a los países y pueblos con respeto, procurando comunicaciones y coordinaciones constructivas para avanzar en la cooperación.
Por otra parte, se refirió a la Revolución sandinista y dijo que representa la valentía y dignidad de los hermanos que con heroísmo y determinación supieron expulsar a imperialistas y colonialistas invasores y hoy enfrentan las mismas políticas injerencistas e interventoras.
“Seguimos dando todas las batallas necesarias, indispensables, para defender la paz y el derecho a vivir como merecemos, con relaciones respetuosas, hermanables, sinceras y solidarias con todos los pueblos del mundo”, enfatizó.
El mandatario señaló que Nicaragua se solidariza con los esfuerzos de China en cada iniciativa que promueva crecimiento civilizado y aprendizajes conjuntos para asumir sus derechos y libertades plenas, participando de todas las causas justas.
El jefe de Estado destacó la importancia del evento, pues sirvió para oponerse al dominio, a la unipolaridad, la injusticia, y seguir compartiendo lenguajes y acciones capaces de hacer valer los caminos de encuentro, hermandad y unidad por el bien común.
De igual modo, apoyó y respaldó las propuestas presentadas por China, al tiempo que congratuló las relaciones bilaterales y la identificación de ambos partidos en todos los foros y eventos internacionales “donde priorizamos la Luz, la vida y la verdad”.
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