La guerra en Siria demostró que el Occidente no cambiará y busca transformar a otros países en estados subordinados que cumplan sus condiciones, incluso a expensas de los intereses de los pueblos, dijo el manadatario.
Consideró que la libertad es un término hermoso, pero para los gobiernos occidentales esta significaría que uno mate, destruya y haga todo lo malo en favor de sus intereses.
La democracia para Estados Unidos y sus aliados en Europa es ser agente y subordinado a ellos, insistió el Gobernante.
Explicó que ellos pretenden de sus relaciones con otros países más pequeños o más débiles transformar a éstos en estados dependientes que satisfagan sus necesidades.
Al-Assad reveló que durante la guerra impuesta a esta nación desde 2011, ciertos gobiernos occidentales trataron de persuadirlo para que renuncie a la presidencia a cambio de plena inmunidad y llevar lo que quiera de dinero y gente cercana.
Ellos no tenían problema y no iban a imponer sanciones sobre el dinero si yo lo hubiese llevado conmigo y si hubiese abandonado el poder, pero al final se dieron por vencidos y comprendieron que su política ya no nos engaña, detalló el jefe de Estado.
Por otro lado, opinó que la división y debilitamiento de Rusia siempre ha sido un objetivo occidental desde hace más de 300 años, y no sólo surgió con el problema de Ucrania.
Simplemente, se requiere que Rusia sea un pequeño y débil estado vasallo a Occidente, manifestó.
Por último, consideró que muchos sirios desean la victoria de Rusia en esta guerra porque ello repercutiría directamente en Siria, y si tu amigo está en una posición fuerte, lo serás tú también, recordó.
El presidente sirio concluyó una visita de trabajo de tres días a Rusia durante la cual sostuvo un encuentro con el mandatario Vladimir Putin, con quien debatió las relaciones estratégicas entre las dos naciones.
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