Desde sus hogares, los cubanos apoyan a su equipo que lucha un puesto en la final ante los Estados Unidos, en un duelo sin precedentes en estas lides.
Cuba y Estados Unidos se enfrentan por primera ocasión en la historia de los clásicos mundiales, evento del cual los norteños son los vigentes monarcas y el equipo antillano tiene como mejor resultado el subcampeonato obtenido en la primera edición de 2006.
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