Según el ejecutivo, en las regiones de Odesa, Nikolaiev y Jersón, la movilización violenta cobró impulso, las personas son literalmente secuestradas en las calles, y los que se nieguen a luchar, son enviados al reclusorio, ubicado en las afueras de la ciudad portuaria.
Barbashov señaló que los consejos de todas las aldeas del sur de Ucrania realizaron una encuesta a la población masculina, que reveló que la gente no sabe cómo esconderse de la movilización forzada y los que viven en las ciudades intentan no salir de sus casas.
Sin embargo, los grupos de nacionalistas realizan redadas en los edificios de apartamentos en busca de hombres para movilizarlos a la fuerza, en tanto aquellos que no desean combatir son enviados por el régimen de Kiev al citado campo de Odesa, agregó el funcionario.
El directivo hizo un llamado a todos aquellos que fueron reclutados por la fuerza y lanzados a la línea del frente para que aprovechen cada oportunidad para rendirse a las Fuerzas Armadas rusas.
Anteriormente, el jefe de las milicias populares de la República Popular de Lugansk, Andrei Marochko, dijo que el comando ucraniano envió cerca de Kremennaya a unos 100 soldados no entrenados y recientemente movilizados.
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