Los investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Carolina, y del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias de la República Checa hicieron énfasis en el impacto relativo de los cambios en la duración, la calidad y el ritmo del sueño en la vida de un individuo.
El estudio divulgado por la revista PLOS ONE, subraya que «dormir mejor significa una mejor calidad de vida. Aunque cuándo dormimos y cuánto tiempo dormimos es importante, los individuos que tienen una mejor calidad de sueño también tienen una mejor calidad de vida, independientemente de la hora y la duración del sueño».
Los avances de las investigaciones en neurociencia demuestran que tener un tiempo de sueño de buena calidad es factor importante para una vida saludable, tanto en la prevención como en el tratamiento de muchos problemas de salud y de enfermedades crónicas.
Según los especialistas, se debe pernoctar una cantidad de horas suficientes para que el descanso sea de calidad satisfactoria, por lo que este día es la oportunidad perfecta para crear conciencia sobre la importancia del sueño y luchar contra algunos conceptos erróneos.
Los terapeutas señalan que se debe dormir la cantidad necesaria, ni más ni menos. Para un adulto esta se sitúa entre las siete y ocho horas, ya que la falta es tan perjudicial como el exceso.
De hecho, las enfermedades psiquiátricas suelen estar asociadas a trastornos del sueño, pero dormir bien no solo es esencial para la salud mental, sino que desempeña un papel crucial en las enfermedades metabólicas y en varias afecciones crónicas.
Por último, es esencial la calidad, lo cual se traduce en que las horas de descanso tienen que ser de corrido, sin sobresaltos, sin dificultad para conciliar el sueño ni problemas que lo interrumpan.
ro/joe