Se da por sentado que la iniciativa no prosperará, porque además de no contar con el apoyo de toda la izquierda y partidos afines, tampoco logrará sumar a los conservadores del Partido Popular (PP), que se abstendrán.
El candidato presentado por Vox para la moción de censura, el economista Ramón Tamames, mostró numerosas incoherencias además de pagar el peso de la edad, 89 años, al dormirse en el hemiciclo.
Gabriel Rufián, portavoz en el Parlamento de Esquerra Republicana de Catalunya, lamentó “la forma de envejecer de Tamames, al pasar de rojo a facha”, en torno a su pasado comunista y enarbolar ahora una idea de la ultraderecha.
Calificó al economista como “un señor muy leído, pero también con muchas ganas de salir en la tele”.
Por su lado, Unidas Podemos calificó de paralizadora la moción de censura Vox, que “no aporta ninguna solución y es un esperpento”.
El centroderechista partido Ciudadanos, una suerte de brazo pequeño del PP, aprovechó la ocasión para lanzar duras críticas al Gobierno de Pedro Sánchez en palabras de su cuestionada líder, Inés Arrimadas. En realidad, la derecha busca con esta acción lanzar en anticipo su campaña electoral en un año crucial que terminará con llamado a las urnas para promover la continuidad del actual gobernante o un cambio en el Palacio de la Moncloa.
El punto de mira inicial son los comicios municipales y autonómicos del próximo 28 de mayo. Tamames pasó de ser un integrante muy activo de la izquierda a postularse con la ultraderecha en busca de protagonismo tardío.
Al usar de la palabra en el Parlamento, Sánchez defendió el plan del Ejecutivo para el desarrollo futuro del país, al rechazar las ideas de Tamames, que “constituirían un regreso al pasado oscuro”.
“Avanzar es mucho más esperanzador que retroceder a una España peor que ya no existe ni volverá a existir”, sentenció el presidente del Gobierno, quien no dudó en colocar en el mismo saco a Vox y al PP.
Entre los éxitos de su administración, destacó distintos pasos sustanciales hacia la modernidad del país ibérico en tecnología, solidez económica, educación, salud, estabilidad, paz social y un mejor clima de convivencia en Cataluña.
Reconoció de ciertas diferencias al interior del Gobierno, pero al mismo tiempo encomió el trabajo de sus ministros y colaboradores, especialmente con los aciertos en la economía española pese a las turbulencias de la pandemia y la guerra en Ucrania.
“Los únicos que no se han enterado del cambio de paradigma económico son la derecha, la ultraderecha y, después de escucharle, creo que usted tampoco (en referencia a Tamames)”, remarcó Sánchez.
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