Las entidades nacionales de gestión de emergencias coordinan el evento con organismos locales privados y oficiales para garantizar que la población conozca los protocolos pertinentes así como opine sobre el proceso en general.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC), que actúa como proveedor de servicios del sistema de alerta temprana de tsunamis Caribe, emitirá el mensaje ficticio inicial.
Los encargados utilizarán un escenario imaginario y, por ejemplo, Martinica estableció que las laderas del volcán Monte Pelée se derrumbarán este día y generarán un tsunami que afecta a Puerto Elizabeth Bequia.
Animan a los ciudadanos a descargar la aplicación CAP.CAP de su playstore de Google o IOS, ya que es un medio desarrollado en Anguila específicamente para la rápida difusión de información durante situaciones de emergencia.
Durante el simulacro, las sirenas sonarán en las comunidades de todos los Estados o territorios involucrados y también se emitirán alertas a través de los numerosos proveedores de telecomunicaciones.
Los organizadores del llamado Caribe Wave 23 preparan un mapa con las zonas seguras y los refugios de todos los países, que publicarán próximamente.
El Director de Preparación y Respuesta de la Oficina Nacional del Servicio de Desastres de Antigua y Barbuda, Anderson Tuitt, insistió en la necesidad de educar sobre los protocolos ante catástrofes.
Sugirió a los sectores público y privado dirigirse a la entidad para recibir formación sobre gestión de emergencias en sus hogares, lugares de trabajo y comunidades en caso de catástrofe.
En 1946, como consecuencia de un sismo en el norte de República Dominicana, éste generó un tsunami que afectó la costa noreste de ese país y provocó varias muertes.
Los expertos aseguran que un evento así podría suceder en cualquier momento, pues la cuenca del mar Caribe es propensa a terremotos debido a la actividad volcánica de los sistemas montañosos.
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