En una breve declaración, la Oficina del Primer Ministro señaló que Netanyahu perdió la confianza en Gallant después de sus palabras “a espaldas del Gobierno”.
Necesitamos un cambio en el sistema legal, pero deber realizarse a través de la negociación, debemos liderar un proceso participativo y unificador, afirmó anoche Gallant en un discurso al país en medio de un creciente malestar en las Fuerzas de Defensa (FDI) contra esa propuesta.
La brecha dentro de la nación penetró profundamente en las FDI, esta es una clara y gran amenaza para la seguridad nacional, no lo permitiré, subrayó.
Precisamente, este domingo los exministros de Defensa y exjefes del Estado Mayor del Ejército Ehud Barak y Moshe Ya’alon, y también el excomandante Dan Halutz acusaron en una declaración conjunta a Netanyahu de negarse a convocar al Gabinete de Seguridad Nacional para discutir las consecuencias de la reforma en el sector.
“Este es un comportamiento descontrolado y sin precedentes de un primer ministro en Israel, que atestigua la pérdida de juicio y capacidad de Netanyahu para examinar la realidad”, afirmaron.
Unos 200 pilotos en la reserva de la Fuerza Aérea de Israel (IAF) anunciaron el viernes su rechazo a presentarse al servicio el próximo viernes en protesta al proyecto, que restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes al permitirle al Parlamento volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
El plan, además, permitiría al Ejecutivo ultraderechista controlar el nombramiento de los magistrados.
A principios de marzo, otros 37 pilotos de reserva se negaron a presentarse a un entrenamiento programado por igual motivo.
Un día después, una decena de excomandantes de la Fuerza Aérea anunciaron su oposición a la propuesta gubernamental.
Los exjefes de la IAF publicaron una carta abierta a Netanyahu y a Gallant para patentizar su rechazo.
Hace una semana, unos 650 reservistas se negaron a presentarse al servicio también como parte de la protesta.
El plan del oficialismo generó intensas críticas públicas y una feroz oposición en la nación, donde son sistemáticas las protestas masivas en medio de las advertencias de economistas, profesionales del derecho, académicos y funcionarios de seguridad.
Empresarios, estudiantes, políticos, trabajadores de diversos sectores y hasta militares en activo criticaron la normativa, defendida por la derecha y sectores conservadores.
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