En esa ruta en la frontera con Colombia solo este mes de marzo contabilizaron el paso de 29 mil 294 viajeros, lo que supera a los 24 mil 657 caminantes que lo hicieron en febrero, precisó el ministro de seguridad, Juan Manuel Pino.
Tras un recorrido por la localidad de Cañas Blancas, en el oriental territorio, Pino sostuvo que las cifras son elevadas, pues suponen cinco veces más que las registradas en 2022, y hay lugares con ingreso diario de casi mil personas, remarcó.
Las estadísticas apuntan que si en los primeros tres meses del año pasado habían atravesado la jungla 13 mil 791 personas, este año lo hicieron ya casi 80 mil, lo que destapó las alarmas.
Solo en marzo de 2022 utilizaron esa vía cuatro mil 827 migrantes, mientras que en este mismo mes del año en curso, aun sin concluir, la cifra se acerca a las 30 mil personas.
El funcionario señaló que en ese punto inhóspito del istmo pasan familias enteras que buscan llegar a Estados Unidos, siendo las nacionalidades de Venezuela, Haití y Ecuador las más frecuentes.
También indicó el gran impacto ambiental en la zona, debido al paso de los migrantes, al ser testigo de un cambio negativo desde su última visita al lugar hace tres meses, con imágenes impactantes de montañas de basura en ese paraje natural.
El año pasado pasaron por la selva de Darién más de 248 mil personas, casi el doble de los identificados en 2021. Las autoridades panameñas estiman que este año podrían cruzar su territorio 400 mil migrantes, rompiendo todos los registros.
Esta situación subraya «la responsabilidad que tenemos en seguridad, también tenemos que ver este tema con otras ópticas e involucrar a otras autoridades», agregó Pino.
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