Aunque no existe una particular rivalidad entre Les Bleus y Los Chicos de Verde, el encuentro en el Aviva Stadium de Dublín cuenta con no pocos atractivos, que combinan las huellas del pasado y el interés que genera en suelo galo el meteórico ascenso del nuevo capitán Mbappé en la lista de artilleros históricos de los bicampeones mundiales.
El objetivo de ambas selecciones es claro: avanzar a la Euro con uno de los dos cupos directos, y para ello los locales quisieran debutar con un triunfo ante la poderosa Francia, subtitular universal de Qatar-2022, que comenzó bien el camino hacia Alemania al golear el viernes en casa 4-0 a Países Bajos, el otro favorito del grupo.
Claro que para el seleccionador irlandés, Stephen Kenny, buscar la motivación de sus jugadores es clave, y qué mejor que el deseo de sana revancha por lo ocurrido en 2009, en el repechaje para el mundial de Sudáfrica-2010.
Entonces, la tanda de penaltis parecía la solución para decidir qué equipo jugaría el primer mundial de fútbol en tierras africanas, pero el genial Henry controló con desparpajo un balón en el área gracias a su mano izquierda y habilitó a William Gallas para garantizar el cupo.
Kenny proyectó un video a los muchachos con aquellas imágenes, devenidas en tragedia nacional, y también con el gol de Liam Brady en Lansdowne Road en 1977, partido dominado 1-0 por Irlanda durante la clasificación para el mundial de Argentina-1978.
Ha pasado tiempo y los actores en la cancha no serán los mismos esta noche, sin embargo, no hay dudas de que el público anfitrión tiene muy presente aquel episodio con Henry, y en lugar de pensar en que de existir en 2009 el VAR tal engaño hubiese sido desenmascarado, prefiere mil veces ajustar cuentas en el terreno.
El otro tema a seguir en Irlanda, sobre todo del lado francés, es la carrera hacia la historia de Mbappé, convertido ya a sus apenas 24 años en el máximo goleador del PSG.
Kylian suma 38 anotaciones con Les Bleus tras el doblete del viernes en el Stade de France ante Países Bajos, dianas con las que dejó atrás a Karim Benzema (37), para amenazar a la leyenda Michel Platini (41) y a los más lejanos Olivier Giroud (53), todavía activo, y Thierry Henry (51).
Igualar a Platini sería un honor, además de representar mi próximo blanco, declaró ayer en Dublín un sonriente Mbappé, a quien el técnico de Les Bleus, Didier Deschamps, define como un competidor nato.
El nativo de Bondy insistió en su meta de continuar la ruta hacia las alturas, sin dejar de reconocer que aun superando su cantidad de goles tricolores, Platini seguirá como «una leyenda absoluta e incontestable del fútbol francés».
Para los locales, el partido de hoy tendrá su propio atractivo, además de la citada posible revancha, por la oportunidad de ver en acción contra un rival exigente a la perla irlandesa de 18 años Evan Ferguson.
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