CST es el nombre adoptado por la junta castrense que gobierna Sudán desde 2021 y el general Al Burhan difundió sus garantías tras la ronda de conversaciones con delegaciones de la sociedad civil sobre el retorno a la constitucionalidad realizadas la víspera en esta capital.
La participación civil en las negociaciones es parcial ya que otras agrupaciones rehusaron integrarse a falta de precisiones sobre justicia transicional y reformas en el ámbito de la seguridad.
La escena política sudanesa está marcada por frecuentes choques entre las fuerzas del orden y partidarios de agrupaciones profesionales y sindicales desconfiados de la sinceridad de las alegaciones de los militares que componen el CST las cuales demandan el retorno de los militares a sus barracas.
Los choques entre manifestantes y las fuerzas del orden en esta capital y otras ciudades resultaron hasta ahora en casi dos centenares de muertos, en su mayoría civiles y un número indeterminado, pero crecidol, de heridos y arrestados.
Otro punto de colisión es la propuesta de integrar en el Ejército a los miembros de las Fuerzas de Apoyo Rápido, una milicia armada de unos 10 mil efectivos liderada por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente de la junta castrense encabezada por el general al Burhan.
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