Según el ente de Exteriores ruso, los colegas armenios fueron advertidos sobre las consecuencias extremadamente negativas que tendrían sus posibles pasos para las relaciones con Moscú.
Rusia considera que los planes de Ereván de adherirse al Estatuto de Roma de la CPI son absolutamente inaceptables en medio de «las recientes órdenes ilegales y jurídicamente nulas» que este ente emitió contra dirigentes rusos.
El 17 de marzo, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y la comisionada del jefe de Estado para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova, a quienes acusa de estar implicados en «la deportación ilegal» de menores ucranianos.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, recordó que Moscú no reconoce la jurisdicción de la CPI.
A su vez, la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, destacó que las decisiones de la CPI no tienen ninguna importancia en Rusia y son nulas desde el punto de vista jurídico debido a que su país no es parte del Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la CPI.
El 24 de marzo, el Tribunal Constitucional de Armenia sentenció que los compromisos de Ereván recogidos en el Estatuto de Roma de la CPI corresponden a la ley fundamental del país. Esta sentencia entraría en vigor desde el momento de su publicación.
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