Este miércoles un centenar de migrantes, en su mayoría sudaneses, rodearon los accesos de la sede de la ONU en esta capital y pidieron apoyo del ente planetario.
Los manifestantes, entre ellos solicitantes de asilo, criticaron la lentitud tunecina de los trámites de asilo y aseguraron que ninguna ha sido atendida.
Portavoces de los migrantes, en su mayoría súbditos de estados subsaharianos, atraviesan una situación crítica desde que el presidente tunecino, Kais Saied, los acusara a fines de febrero pasado de detonar una ola de crímenes y violencia y de tratar de cambiar la composición étnica de su país.
Tras las formulaciones del mandatario muchos fueron despedidos de sus empleos, otros desahuciados de sus viviendas y un número indeterminado agredidos en las calles, acorde con testimonios difundidos por la prensa.
Los gobiernos de Mali, Guinea y República Centroafricana organizaron sendos puentes aéreos para repatriar a sus ciudadanos llegados a Túnez por diversas vías, entre ellas los rescatados de las aguas del mar Mediterráneo tras el naufragio de las embarcaciones en las que trataban de llegar a costas europeas.
mem/msl