El director del portal Equinoccio Digital, Héctor Calderón manifestó que la alocución mostró a un presidente desgastado, incapaz de reconocer que la situación que vive el país, en gran parte, es responsabilidad de él.
A través de su red social Twitter, el periodista también cuestionó el escenario montado para la transmisión en cadena nacional del mandatario.
A propósito, se refirió a que, desde lo comunicacional estaba forzada la imagen de la bandera y un grupo de ciudadanos acompañado al presidente. Solo con ver sus rostros se nota que no están ahí por convicción, acotó.
Durante su intervención de casi 20 minutos, Lasso insistió en que con el juicio político sus opositores pretenden «asesinar» su reputación y la de su familia.
En este sentido, Calderón calificó como un grave error el hablar de “asesinato” de reputación por el contexto de inseguridad por el que atraviesa el país, pues a diario hay asesinatos reales en las calles, y luego -señaló- porque no es necesario que nadie ataque su reputación, “usted y su gobierno lo han hecho solos”, insistió.
Por su parte, el analista Mauro Andino coincide en que mientras más traten de forzar el verdadero arquetipo del gobernante, es muy probable que a la gente más disgusto y rechazo le causen.
De igual manera, el periodista ecuatoriano Fabricio Vela reprochó que, en su extensa intervención, Lasso no mencionó y ni siquiera insinuó un eventual uso de la herramienta de la «muerte cruzada» ni tampoco explicó cómo asumirá su defensa en el marco del juicio político en la Asamblea.
Vela increpó con la forma en la que el presidente del país andino denunció que «hay asambleístas que buscan el poder de manera desesperada, sin límites y por fuera de los tiempos que establece la democracia», mientras aseguraba que el juicio político se sustenta en pruebas fraudulentas y que los jueces de la Corte recibieron presiones.
El expresidente de Ecuador Rafael Correa también repudió el discurso de Lasso, calificándolo como un verdadero farsante al tiempo que cuestionó los términos usados en su alocución, como inocente y reputación.
La noche de este jueves, Lasso se declaró inocente ante el juicio político que impulsa el Parlamento en su contra por el delito de peculado (malversación).
El Primer Mandatario afirmó que, aunque no la comparte, respeta la decisión de la Corte Constitucional, institución que la víspera dio luz verde al Legislativo para continuar con el enjuiciamiento político.
Para Lasso, el juicio político se sustenta en pruebas fraudulentas y señaló que los jueces de la Corte recibieron presiones, en alusión a los plantones y protestas de organizaciones sociales a favor de su salida del poder no solo por los hechos de corrupción, sino por el abandono estatal.
Este viernes, el Consejo de la Administración Legislativa (CAL) se reunirá para iniciar la tramitación del pedido de juicio político, pero esa será una reunión formal, pues quienes deberán profundizar en el caso son los integrantes de la Comisión de Fiscalización.
En los próximos 30 días se juega la suerte de Guillermo Lasso. Una vez que esa mesa parlamentaria conozca formalmente el proceso de juicio político, es el lapso que tendrá el Ejecutivo para evitar o aceptar su destitución.
Aunque en la práctica es solo un trámite para dar paso a la Comisión que sustanciará el proceso que se debatirá y votará en el Pleno de la Asamblea, analistas aseguran que el proceso podría abrir tres escenarios posibles para el futuro de Lasso.
El primero sería defenderse en el Legislativo y esperar que no alcancen los 92 votos, de un total de 137 asambleístas; en segundo lugar, ser destituido y que el vicepresidente Alfredo Borrero asuma el cargo por el tiempo que le resta al actual periodo de mandato, es decir, hasta 2025; o decretar la disolución del Parlamento (muerte cruzada).
Lasso sería el primer presidente juzgado por el Legislativo desde 1979.
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