Por quinto día consecutivo continúan allí las labores de rescate, luego del alud del pasado domingo, aunque cada vez son menores las esperanzas de encontrar a alguien con vida debajo de las toneladas de tierra y escombros.
Todavía, según los datos oficiales, hay 67 personas desaparecidas, por eso rescatistas, bomberos y militares se mantienen en la zona cero, a pesar del peligro de nuevos deslaves ante la persistencia de las lluvias y la existencia de grietas en la parte superior de las montañas.
El gigantesco alud dejó gran parte de la infraestructura del municipio destruida, entre ellas 57 viviendas totalmente derrumbadas y otras 163 con daños menores.
La víspera, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas declaró en emergencia la red vial de la provincia andina de Chimborazo para acelerar las reparaciones y recuperar la conexión vial de Alausí con otros territorios.
Tras la catástrofe -de la cual vecinos aseguran que el Gobierno estaba advertido y no hizo nada al respecto- residentes en otras zonas del país en riesgo abandonaron este viernes sus casas por temor a un suceso similar al de Alausí.
Unos 80 pobladores de la comunidad La Cría, en la provincia de Azuay, en el sur de Ecuador, fueron hacia un albergue improvisado, cuando en las faldas de la montaña que rodea al poblado salieron a relucir grietas que cruzan sembríos, canchas deportivas y distintas propiedades.
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