Salme, que dibujó a lápiz personajes y pasajes durante esa gesta científica, falleció este sábado y pese a su partida deja grandes aportes en temas de etnografía, arte popular y patrimonio.
Sus creaciones constituyen un registro de la expedición impulsada por el cubano Antonio Núñez Jiménez y el arqueólogo ecuatoriano Lenín Ortiz, recorrido que partió de Misahuallí, en Napo (Ecuador) y recorrió el Amazonas hasta llegar al Atlántico para terminar en La Habana (Cuba).
Ese periplo tuvo también entre sus organizadores al artista de la plástica ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, quien además contribuyó a la construcción de las canoas y realizó el dibujo del estandarte de la expedición.
Sin embargo, fueron Fernando Salme (en el segmento continental) y Silvano Lora (en la exploración por el Caribe) quienes dejaron registro de lo que hallaban los expedicionarios.
En sus alrededor de 90 obras, hechas sobre cartulina, Salme registró habitantes de comunidades indígenas, objetos y la arquitectura de lo visto hasta Manaos, donde concluyó su participación.
En un libro sobre el suceso, Núñez Jiménez se refirió a Salme: “A lo largo de nuestro viaje, este excelente artista ha dejado un valioso testimonio plástico de aucas, secoyas, quichuas, ticunas, boras, yaguas y otras tribus amazónicas.
Cientos de científicos fueron parte de ese periplo en canoas del Amazonas al Caribe, que partió en marzo de 1987 y recorrió 17 mil 422 kilómetros, que incluyeron el paso por al menos una veintena de países.
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