El ministro de Educación, Óscar Becerra, señaló que las lluvias torrenciales comenzadas en febrero pasado impidieron las obras de mejoramiento exigidas por la FIFA, de los estadios Elías Aguirre y Miguel Grau, de las norteñas ciudades de Chiclayo y Piura, asignadas como subsedes con la venia de la organización mundial.
La FIFA, sin embargo, dijo que su decisión, materia de largos debates con la Federación Peruana de Fútbol (FPF) fue tomada “tras quedar patente la incapacidad del país para cumplir con sus compromisos y terminar las infraestructuras necesarias para disputar el torneo”.
El Ministerio de Educación emitió un comunicado en el que «lamenta la decisión unilateral de la FIFA y el término “incapacidad para cumplir compromisos”, cuando lo que ha hecho el Gobierno es dar prioridad, en este momento, a la atención de las emergencias por lluvias intensas en el norte del país.
“El único inconveniente que hemos señalado a la FIFA es de conocimiento mundial, es que debido a las catástrofes naturales sería imposible intervenir los estadios Elías Aguirre y Miguel Grau”, dijo el ministro Becerra, cuya cartera abarca al deporte.
Indicó que el Gobierno peruano, ante el problema de las inundaciones, planteó a la FIFA que el mundial Sub-17 se juegue en estadios de Lima y la vecina provincia portuaria de Callao.
La FIFA ha decidido priorizar que el campeonato se dispute en las ciudades del interior y la prioridad gubernamental es en este momento atender al norte del país afectado por las lluvias e inundaciones, añadió.
La FPF, por su parte, la determinación se debe a los retrasos del inicio de las obras de infraestructura deportiva, al pedido de la fundación privada gubernamental Proyecto Legado (ejecutora de las obras) a la FIFA, de cambios en los compromisos suscritos por el Gobierno, así como a las inundaciones.
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