«Estamos convencidos de que esta precipitada decisión de las autoridades finlandesas, tomada sin tener debidamente en cuenta a la opinión pública organizando un referéndum y analizando a fondo las consecuencias de la adhesión a la OTAN, será decidida por la historia», destaca el ente de exteriores.
El comunicado subraya que, en respuesta a la medida de Finlandia, Rusia se verá obligada a tomar contramedidas, tanto militares como técnicas y de otra naturaleza, para frenar las amenazas a la seguridad nacional.
«Los pasos concretos en la construcción de la defensa en las fronteras noroccidentales de Rusia dependerán de las condiciones específicas de la integración de ese país en la Alianza del Atlántico Norte, incluido el despliegue de la infraestructura militar de la OTAN, especificó la cartera diplomática.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también indicó que la línea de contacto de la OTAN con las fronteras rusas se ha duplicado con creces, y como consecuencia, «se ha producido un cambio fundamental en la situación de la región del norte de Europa, antes una de las más estables del mundo».
La Cancillería en su comunicado recordó que Finlandia optó por el no alineamiento militar a raíz de la Segunda Guerra Mundial y al hacerlo, «los dirigentes finlandeses demostraron sabiduría al basar la política nacional en una cooperación pragmática y mutuamente beneficiosa con sus vecinos.
Ahora con el apresurado ingreso en la OTAN, Finlandia «abandonó definitivamente su identidad y cualquier autonomía que la ha distinguido en los asuntos internacionales durante décadas».
«La anterior política de Helsinki de no alineación militar sirvió durante mucho tiempo a los intereses nacionales finlandeses y fue un importante factor de fomento de la confianza en la región del mar Báltico y en el continente europeo en su conjunto.
“Ahora, esto es cosa del pasado. Finlandia se convirtió en uno de los miembros pequeños y con poco peso de la alianza, perdiendo su voz especial en los asuntos internacionales», concluye la declaración.
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