Ardern, en 2017 se convirtió en la política más joven del mundo en ocupar la jefatura de Gobierno y durante su mandato afrontó situaciones difíciles como el ataque terrorista de marzo de 2019 contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, donde 51 musulmanes fueron asesinados por un supremacista blanco.
También la erupción del volcán Whaakari en diciembre de 2019, con 22 fallecidos, así como la pandemia de la Covid-19.
La exmandataria pidió a sus conciudadanos y al Parlamento luchar contra la desinformación porque es la «némesis de la democracia» y, según dijo, intenta «silenciar a la gente» y «acallar los debates», recogió RNZ.
Ardern también pidió al Parlamento de Wellington, donde su escaño quedará vacante hasta los comicios de octubre, que no dejen de luchar contra la crisis climática, «se lo debemos a las nuevas generaciones y a nosotros mismos», expresó.
Jacinda Ardern asumirá el cargo honorífico de enviada especial del Llamamiento de Chirstchurch, una iniciativa que ella misma impulsó con el objetivo de eliminar los contenidos de odio y extremistas de internet, a raíz de la retransmisión parcial en las redes sociales de la matanza en la homónima ciudad.
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