Por Jorge Petinaud Martínez
Corresponsal jefe en Bolivia
Ese parece ser el tratamiento dedicado ahora al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por congresistas de Estados Unidos, quienes pidieron a su Gobierno respaldar investigaciones en contra de quien antes de asumir ese cargo fungió como canciller del Ejecutivo izquierdista del expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015).
Una misiva enviada por esos legisladores al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y al embajador estadounidense en la OEA, Francisco O. Mora, advierte que Washington y sus socios regionales deben apoyar una investigación contra Almagro “sobre las más recientes acusaciones de infracciones éticas e irregularidades que podría haber cometido”.
Publicada por el portal Progressive, la carta fechada el 3 de abril asegura que son “acusaciones muy creíbles que implican actos ilícitos mucho más atroces y perjudiciales”.
Entre estos menciona el papel decisivo del secretario general de la organización interamericana en el golpe de Estado, en noviembre de 2019, que desembocó en la renuncia del expresidente boliviano Evo Morales y la imposición del gobierno de facto encabezado por Jeanine Áñez.
“En octubre de 2019, el señor Almagro y otros altos funcionarios de la OEA hicieron declaraciones en las que sugieren que se había producido fraude electoral durante las elecciones presidenciales de Bolivia.
“La afirmación exacerbó una grave crisis política y la destitución forzosa del presidente electo del país”, describe el texto.
Agrega que varios estudios de expertos desacreditaron estas acusaciones de fraude, lo que llevó a los miembros de la OEA y a congresistas estadounidenses a pedir una revisión independiente sobre ese asunto.
“Sin embargo, el señor Almagro ha hecho caso omiso de estos llamados y, en su lugar -subrayan los legisladores-, se ha dedicado a lanzar ataques ad hominem contra los autores de estos estudios, así como contra el New York Times, que publicó los resultados de uno de ellos”.
Los congresistas estadounidenses demócratas Henry “Hank” Johnson junior y Sussan Wild sostienen que las “supuestas irregularidades” cometidas por Almagro son suficientes para procesarlo y destituirlo del cargo.
Al respecto demandaron de la representación norteamericana en la OEA que “utilice su voz y su voto para apoyar investigaciones independientes adicionales sobre estos presuntos casos de irregularidades”.
DESDE BOLIVIA
En relación con este asunto, el exministro de Justicia y embajador de Bolivia en la OEA, Héctor Arce, aseguró que este organismo regional y su secretario general sufren su peor momento.
“Hoy, la OEA está en crisis a causa de una persona que, además de estos problemas políticos, de estos graves hechos de haber quebrado la democracia en un país, tiene problemas personales.
“Ello no habla bien de la gestión de una persona que está a la cabeza de una entidad tan importante como lo es la OEA”, afirmó Arce en entrevista con el programa televisado Piedra, Papel y Tinta del diario boliviano La Razón.
El extitular calificó de “nefasto” el accionar de Almagro y lo acusó de impulsar una “política intervencionista” en las naciones americanas, al punto de llevar a Nicaragua y Venezuela a retirarse del organismo.
“Cuando Luis Almagro ingresa por primera vez (en 2015) a la OEA estaba conformada por 35 países, ahora está compuesta por 32; más allá de la situación de Cuba, dos países, Venezuela y Nicaragua, se han retirado de la organización (…)”, reiteró.
El diplomático atribuyó la causa de esos retiros “al afán intervencionista y a la agenda profundamente cargada de un interés contrario a los gobiernos progresistas”.
Añadió que Almagro reconoció a un embajador de un gobierno fantasma (…) como el grupo paralelo que la oposición venezolana instauró con Juan Guaidó como rostro visible y la manipulación de Estados Unidos, pero que en diciembre de 2022 fue suprimido.
Significó Arce que a esos entuertos se sumó lo “más grave” en el accionar de Almagro, el golpe de Estado en Bolivia, con un informe ilegal que se emitió sobre una supuesta manipulación en las elecciones generales de 2019.
El planteamiento nunca se comprobó y propició que las Fuerzas Armadas y la Policía se insubordinaran contra un gobierno constitucional.
Calificó de ilegal el “informe preliminar” publicado por Almagro sin el consentimiento de Bolivia, el cual no fue parte del acuerdo firmado con el Estado Plurinacional sobre la auditoría a los resultados de los comicios de octubre de 2019.
Recordó el embajador que al menos siete estudios de universidades de Estados Unidos y de otros países e instituciones especializadas establecieron “que las conclusiones de ese informe preliminar, que le costó la democracia al país, eran absolutamente falsas”.
Adicionalmente, en contra de la ética de Almagro se sumó una investigación periodística, la cual confirmó que el secretario general de la OEA viajó entre julio de 2018 y diciembre de 2019 al menos 34 veces con una asesora con la que mantenía una relación extraprofesional.
Se conoció que Almagro y Marian Vidaurri compartieron alcobas durante viajes a Panamá, Canadá, Argentina, República Dominicana, Países Bajos, Reino Unido, España, Colombia, México, Guatemala, Perú, Chile, Brasil y Bahamas.
CARECER DE TODA ETICA
El sociólogo boliviano Raúl García Linera, por su parte, aseguró en entrevista con Prensa Latina que el secretario general de la OEA carece de toda ética.
“Llegó a la OEA de la mano de un gobierno progresista, el de José Mujica, del que fue canciller, y tal parecía que ese foro dejaría de ser el ministerio de colonias de los Estados Unidos que Cuba denunció desde la década de 1960”, indicó.
Comentó el analista que no existe peor persona que quien prefiere ser un converso porque es el sustento de la traición, y ese es el caso de Almagro: si alguna vez fue de izquierda hoy reniega de su pasado y no tiene un ápice de moral.
García Linera dijo a esta agencia de noticias que al secretario general de la OEA no le queda otro remedio que trabajar servilmente para quienes consideran a Latinoamérica y el Caribe como su “patio trasero”.
“Almagro se sostiene en ese cargo porque el Gobierno de los Estados Unidos así lo ha decidido”, concluyó el sociólogo.
Sin embargo, la posición del excanciller del Gobierno de José Mujica podría derrumbarse si el más grande imperio de la contemporaneidad le paga con el desprecio.
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