El hecho de que el 24,6 por ciento de la población joven del país ni estudie ni tenga trabajo es un reservorio de futuros inmigrantes, estiman expertos.
Asimismo recientes encuestas muestran que ese sector fue durante años el que más miembros aportó a las maras o pandillas que convirtieron al país en uno de los más violentos de mundo con altos índices de homicidios.
La encuesta indicó que en 2022 cerca de 402 mil 262 jóvenes entre 15 y 29 años no estudiaba ni trabajaba, mientras datos de estudios revelan que los pandilleros, en su mayoría, son personas muy jóvenes. El 72 por ciento de los integrantes de las maras tienen entre los 16 y 21 años, siendo la edad promedio la de 18.7 años, plantean algunos estudios.
La Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec) en su más reciente investigación encontró que 402 mil 850 jóvenes entre 15 y 29 años ni estudiaban ni trabajaban, aunque la cifra se redujo un 12,2 por ciento con relación a 2020.
Los llamados ninis (ni trabajan ni estudian) tienen menos posibilidades de un desarrollo profesional al estar fuera del sistema educativo. Esta brecha es mayor para la población en la zona rural, donde el 30.5 por ciento tienen entre 15 y 29 años frente a un 20.8 por ciento en lo urbano.
Por otra parte, y para acentuar el peligro, la EHPM mostró de una la población de seis millones 330 mil 947 el año pasado, el 25.8 por ciento son jóvenes de 15 a 29 años.
Fuera de esos factores de riesgos, la consulta encontró además otras alertas para la planificación de políticas públicas, pues el aumento de las personas de la tercera edad a largo plazo representará una demanda de servicios en seguridad social y de cuidado.
Estimados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe aseguran que para 2042 el país alcanzará su mayoría poblacional en seis millones 680 mil personas, en un momento en que los actuales jóvenes se acercarán a la edad de adultos mayores.
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