El Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, dio un nuevo paso para la declaración de la Jota como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Un paso previo hacía la tramitación definitiva de esta categoría, en lo que se conoce como la incoación del expediente para la salvaguarda de la Jota.
La declaración, que publica este lunes el Boletín Oficial del Estado, se justifica en el hecho de que se trata del más extendido, diverso, dinamizado y reinterpretado de todos los géneros tradicionales que componen el mapa sonoro y musical de España.
Una etapa más en el deseo del país ibérico de presentar la candidatura de la Jota como Patrimonio Inmaterial de la Unesco.
La Jota hace referencia a un género tradicional muy popular de música, cante y baile desarrollado hasta el momento actual, con un patrón general en su base y una serie de particularidades que hacen de ella una expresión diversa.
Según los especialistas, dentro de los valores culturales que aporta la jota como género tradicional, destaca su interiorización por parte de los individuos y las comunidades, convirtiéndose en un potente elemento de cohesión social e identificación de sus señas de identidad.
El Ministerio de Cultura remarcó en una nota de prensa que ante los múltiples riesgos y amenazas, como las influencias exteriores, la globalización y otras, valoró la trascendencia de la Jota como género tradicional en España.
Aragón, en el noreste español, aspira a ganar el pulso de un género que se cultiva con el mismo fervor en Valencia, León, Navarra, La Rioja, Cantabria, Asturias, Galicia, Extremadura, País Vasco, Andalucía, Murcia, Canarias, y las conocidas como jotas manchega, castellana y catalana.
Con el apoyo de 15 Comunidades Autónomas, una que no se ha sumado, País Vasco, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, a todas luces es Aragón quien lleva la voz cantante en consolidar a la Jota dentro de las maravillas de la cultura hispana.
mem/ft