Sin su ala-pívot estelar los neoyoquinos perdieron sus dos últimos partidos de temporada regular, y aunque el entrenador Tom Thibodeau descansó algunas de sus piezas principales, en particular Jalen Brunson, el esguince en el tobillo izquierdo de Randle no lo deja conciliar el sueño en paz.
El jugador requirió una bota para caminar desde la semana pasada, pero afortunadamente, comenzó a tirar en el piso y a acelerar su proceso de rehabilitación a cinco días del cruce de cuartos de final.
No obstante, existen grandes posibilidades de que Randle aún no esté listo para el primer juego de la serie, lo que dejaría a Brunson a cargo de la mayor parte de la carga de responsabilidad para salir airoso en la eliminatoria al mejor de siete partidos.
Randle tuvo una gran temporada regular, con promedio 25.1 puntos por encuentro, el máximo de su carrera, 10 rebotes totales y 4.1 asistencias, con lo cual se ganó su segunda aparición en el Juego de Estrellas.
El jugador de 28 años fue clave para los Knicks, que necesitan sus servicios contra Cleveland, un equipo físico que tiene a Evan Mobley y Jarrett Allen como principales reboteadores, y Brunson tendría que igualar a Donovan Mitchell en eficiencia anotadora.
En el peor de los casos Thibodeau alinearía a la exselección de primera ronda de los Knicks, Obi Toppin, quien anotó 34 puntos contra Indiana el domingo y 32 puntos contra los Pacers la semana pasada.
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