La muestra, estrenada la víspera, estará un mes en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en esta capital, consta de 12 piezas de diferentes series y alude a una actualidad cubanísima a través de expresiones y personajes criollizados, según reseñas especializadas.
De acuerdo con un artículo la directora de la galería Villa Manuela, Virginia Alberdi, esta Venta de garaje de Abela cumple con las expectativas de un arte divertido y estimulante.
Este es «capaz de hacernos ejercitar el intelecto y a la vez restituir a la pupila la plenitud del goce estético», significó.
Una vez más, Abela acude al instrumental del arte del grabador para conseguir un certero dibujo de estos personajes criollizados, que transitan por calles habaneras, o se sitúan en artefactos de su prodigiosa invención, conjugados con el reciclaje de trastos, desechos de viviendas remodeladas y envases vacíos, opinó Alberdi.
Resumió que en un ingenioso y audaz juego de palabras el artista descontextualiza y pone a prueba el ingenio de quienes contemplan las obras, ironiza, y envía mensajes subliminales en cada pieza expuesta.
La XXIII Bienal Internacional de Humorismo Gráfico transcurre hasta el próximo miércoles entre La Habana y San Antonio de los Baños, municipio ubicado al suroeste de la capital cubana.
Se inauguró el 9 de abril bajo el lema «Reírnos del machismo en serio» y reúne a decenas de artistas del sector.
El evento fue convocado por el Círculo de Humoristas e Historietistas de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y el Museo del Humor del municipio sede.
Las obras en la cita debaten en torno a la discriminación patriarcal, la violencia de género, el lenguaje inclusivo y el empoderamiento de las mujeres, según los organizadores.
El programa de actividades incluye el panel Humor y comunicación política en el siglo XXI, en el cual se intercambiará por videoconferencia con creadores latinoamericanos y caribeños.
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