Es descrito como compuesto de aminoácidos, un tripéptido a base de glicina ya probado en primates por los investigadores de Michigan Medicine, Estados Unidos, precisa la revista Cell Metabolism.
La EHNA, provoca cicatrices e inflamación en el hígado y se calcula que afecta hasta al 6,5 por ciento de la población mundial.
“Los resultados revelan que el DT-109 revirtió la acumulación de grasa y evitó la formación de cicatrices en los hígados de ratones y primates que habían desarrollado EHNA”, subrayó la fuente.
El fármaco también inhibió la producción de ácido litocólico, un ácido biliar secundario tóxico estrechamente relacionado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico, argumentaron los científicos.
La EHNA es la segunda fase de la enfermedad del hígado graso no alcohólico, aclaran los expertos.
Mientras que la enfermedad del hígado graso puede tratarse con ejercicio e intervención nutricional, el daño hepático de la EHNA es más duradero en el tiempo.
Actualmente es la causa principal de la enfermedad hepática crónica, y la cirrosis relacionada con EHNA es hoy uno de los motivos más frecuentes de trasplante de hígado.
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