La entidad, considerada por muchos como uno de los mayores usureros internacionales, mejoró su proyección sobre el país hasta 2,4 por ciento luego de una previsión de 1,7 a inicios del año tras haber alcanzado el pasado año 2,8 por ciento.
La más pequeña de las naciones de Centroamérica es superada en ese renglón por Panamá (5,0 por ciento), Guatemala (3,4), Honduras (3,7), Nicaragua (3,0) y Costa Rica (2,7).
El FMI mejoró su alza para este año aunque adelantó que en 2024 la nación cuscatleca enfrentará una fuerte desaceleración hasta el 1,9 por ciento.
Hace una semana, el Banco Mundial también dio perspectivas alcistas para los salvadoreños al elevar de 2,0 un 2,3 por ciento sus perspectivas de crecimiento, algo que el Banco Central de Reserva (BCR) proyectó entre 2,0 y 3,0 por ciento.
Las proyecciones del país casi están aparejadas con las perspectivas mundiales de crecimiento, las que según el Fondo y el Banco estarán en 2,8 por ciento en 2023, si se alcanza a superar las tensiones en la banca de Estados Unidos y Europa.
Los expertos internacionales estiman, por otro lado, que la inflación general global caiga del 8,7 en 2022 al 7,0 por ciento en 2023, debido a los precios más bajos de las materias primas, pero es probable que la inflación básica disminuya más lentamente.
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