El viceministro cubano de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío, encabeza la delegación de la isla que se encuentra en Washington, D.C, para las pláticas, que dan continuidad a las iniciadas en abril del pasado año aquí y luego en noviembre en La Habana.
Según anticipó la víspera la subdirectora general para Estados Unidos de la cancillería de Cuba, Johana Tablada, otro asunto importante para esta ronda de conversaciones será la denuncia al asilo político otorgado al secuestrador de una nave aérea.
En una reciente entrevista concedida por el vicecanciller Fernández de Cossío a Prensa Latina, advirtió que mientras el Gobierno de Estados Unidos otorgue asilo a secuestradores de naves no se podrá decir que su propósito real sea terminar la emigración irregular.
Con esta acción –dijo- el Gobierno de Estados Unidos se convierte en cómplice y participante de un acto extremadamente serio que viola los acuerdos establecidos entre los dos países, así como leyes cubanas, el derecho internacional y de la aeronáutica civil.
Recordó el viceministro que la historia demuestra que Estados Unidos, lejos de responder “a sus prioridades nacionales en materia migratoria lo que pesa para ellos son las prioridades de la subversión política contra Cuba”.
Enfatizó entonces que las causas fundamentales para “esta emigración tan pronunciada de cubanos a Estados Unidos incluyendo los que sobre todo se van por vía irregular se debe a motivos conocidos”.
En ese sentido señaló el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace más de seis décadas a la nación caribeña, una política “dirigida a deprimir el nivel de vida de la población cubana” y erosionar la capacidad de funcionamiento de su economía.
Unos 300 mil cubanos abandonaron la isla caribeña desde octubre de 2021 y a juicio del vicecanciller mientras Estados Unidos mantenga una política de guerra económica contra Cuba es muy difícil pensar que el potencial migratorio disminuya.
Además sentenció que Estados Unidos estimula la emigración porque continúa vigente y aplicándose la Ley de Ajuste, un privilegio único para los cubanos que pronto tendrá 60 años.
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